Uno de los signos de envejecimiento más frecuentes es la caída de los pómulos, dando a la cara un aspecto de descolgamiento, marcando surcos en la zona del arco de la mandíbula.
Una buena técnica es realizar infiltraciones de Radiesse (hidroxiapatita cálcica), que aumenta y moldea el pómulo, tensando la parte superior de la mejilla dando así, al rostro, un aspecto más fresco y juvenil.
La infiltración no es demasiado molesta y su duración oscila de 4 a 6 años.